viernes, 19 de octubre de 2012

RECORDANDO A BIENVENIDO GRANDA

Bienvenido Rosendo Granda Aguilera (*La Habana, 30 de agosto de 1915 - † Ciudad de México, 9 de julio de 1983). Destacado cantautor cubano, a quien lo denominaron como "El Bigote que Canta", por el prominente bigote que siempre lo acompañó.
Conoció desde pequeño los sinsabores que la vida pueda ofrecer al quedar huérfano de padre a la edad de seis años. En su juventud fue conductor de guagua (autobús en Cuba). Desde pequeño mostró actitud hacia el canto y desde su juventud fue vocalista de afamadas orquestas como la Riverside, Los Hermanos Castro, El Conjunto Caney y la agrupación de Ignacio Piñeiro.
En 1941, hace un viaje hacia Puerto Rico, donde realizó dos grabaciones exitosas con el Cuarteto Marcano.
En los años cuarenta, la Sonora Matancera había firmado para el sello Panart de Cuba y estaba en pleno apogeo de popularidad. En diciembre de 1944 Granda se integró a ésta agrupación por recomendación del saliente Humberto Cané. De inmediato pasó a ser primer cantante, y coro cuando había otros intérpretes invitados. Su primera grabación con la Sonora Matancera, fue la guaracha de la composición de Virgilio González "La Ola Marina". Este tema lo convirtió en uno de los cantantes cubanos más cotizados.
En 1948, la agrupación matancera, integra a sus filas de finos intérpretes a Daniel Santos y en 1949 a Myrta Silva, ambos puertorriqueños. Pero más honor fue en agosto de 1950, cuando presentó al público a Celia Cruz que debutaba con este decano de los conjuntos.
Luego de casi 10 años de permanencia con la Sonora, en marzo de 1954 y con el bolero Pecaste de Infiel de José Slater Badán, se despidió de la agrupación en su última presentación. Bienvenido Granda grabó con la Sonora unas doscientas diecisiete grabaciones, convirtiéndose en el cantante que más registro musical dejó en dicha agrupación.
En una de las tantas presentaciones que tuvo con la Sonora Matancera, en un programa de Radio Progreso de La Habana, llamado "La Onda de la Alegría"; los locutores de dicha emisora: don Gustavo Pimentel Medina y don Óscar del Río lo bautizaron como "El Bigote que Canta". A partir de ese momento formó parte de su vida ese epíteto que lo hizo mundialmente conocido, por sus abundantes y llamativos bigotes y por la espléndida voz nasal que poseía.
En el año de 1955 salió de Cuba rumbo a Barranquilla, Colombia. En Colombia grabo con la Sonora Antillana dirigida por Edmundo Arias y con la Sonora Silver creada y dirigida por Lucho Bermúdez, y luego se trasladaría a Venezuela. Finalmente se radicó en México, donde se nacionalizaría y viviría con su esposa Cruz María Acosta y su hijo menor Bienvenido Granda Acosta .
A mediados de la década de los sesenta, es contratado para una gira por toda América Latina, presentándose en Guatemala, Honduras, Ecuador, Perú, Chile, Argentina y el Brasil, país este último donde permaneció radicado por un año y donde grabo canciones que previamente había grabado Miltinho como "El dedo del guante" y "Amor de pobre" utilizando las mismas pistas que utilizara el cantante Brasileño. Regresaría a Colombia por última vez en 1977.
En sus últimos años solía presentarse en programas musicales de la televisión mexicana pero ya su salud se estaba deteriorando. En 1983, fue internado por complicaciones gastrointestinales y una antigua afección pulmonar, falleciendo la mañana del 9 de julio en el Centro Quirúrgico de México. Tanto en el velorio como en su entierro se dieron cita millares de seguidores entonando canciones que en su voz marcaron el sentir de toda una época.
Discografía
  • Con el Septeto de Ignacio Piñero
  • Bienvenido Granda Sings
  • Grandes Éxitos con la Sonora Matancera
  • Grandes Éxitos con la Sonora Matancera II
  • Grandes Éxitos con la Sonora Matancera III
  • Mi Diario Musical
  • Amor Extraño
  • Seré tu Amigo
  • Encores
  • El Bigote que Canta con Orquesta
  • El Estilo Incomparable

BIENVENIDO GRANDA
Por Walter G. Magaña S.
Miembro fundador de Herencia Latina
waltermagana@hotmail.com
Bienvenido Granda. Se llamaba realmente Bienvenido Rosendo Granda Aguilera.  Nació el lunes 30 agosto (día de Santa Rosa) de 1915 en el barrio de Jesús María, en La Habana, Cuba.  Conocido como  “El bigote que canta” por el descomunal bigote que siempre le acompañó, era una de esas gustosas voces del bolero cubano, un poco nasal, con un fraseo muy especial; pero inconfundible y relajante, como para bailar suavemente bien sea un bolero, a la insinuación sensual de su vocalización, o una caliente guaracha.  Huérfano desde los seis años, empezó en el arte de la música cantando en las guaguas (como se les llama a los buses en Cuba).  Siendo muy joven empezó a cantar en las emisoras cubanas como C.M.Q., R.H.C., Cadena Azul, Radio Cadena Suaritos y Radio Progreso, así a los 12 años ya era “cantante profesional”.  Se ganó algún prestigio cuando hizo partes de las famosas orquestas Los Hermanos Castro, El Conjunto Caney y La Orquesta Riverside.
A la edad de 20 años se hizo vocalista del Sexteto Carabina de Ases dirigido por Mariano Oxamendi, sobresaliendo junto con el trompetista Félix Chapotín, presentándose en clubes nocturnos y emisoras de radio habaneras: CMQ, RHC Cadena Azul, Radio Cadena Suaritos y Radio Progreso.  Al año siguiente pasó al Septeto Nacional, fundado por Igancio Piñeiro, con quien graba sus primeros números “A Gozar La Conga” y “Juramento En La Tiniebla”; además en este tuvo la oportunidad de compartir con artistas de la talla de Marcelino Guerra, Alfredito Valdés y José Cheo Marquetti.
En 1941 viajó a Puerto Rico donde hizo dos grabaciones con el famoso Cuarteto Marcano, dirigido por el guitarrista Pedro Piquito Marcano, los temas “Dulce Desengaño” y “Desvarío” en enero de 1941; componían el cuarteto el propio Pedro “Piquito” Marcano como director y primera voz, secundado brillantemente por Leocadio “Lalo” Martínez, primera guitarra, Claudio Ferrer “El Rey”, segunda voz y segunda guitarra y Víctor “Vitín” Mercado, trompetista.  Además de las agrupaciones anteriormente mencionadas, trabajó con muchas otras como: los Hermanos Le Batard, Sexteto Oriental, Orquesta de Chepín y Mariano Mercerón, antes de encontrar la plataforma que lo daría a conocer continentalmente y de paso, inscribir su nombre en el Libro de Oro de la Música Popular Latinoamericana.
Llegó la Sonora Matancera
Eran los tiempos en que la famosa agrupación cubana La Sonora Matancera estaba pasando por uno de los momentos de grandeza y fama, entonces fue cuando llegó a la agrupación al finalizar 1944 en sustitución de Humberto Cané, quien fue la persona que lo recomendó (Según el matancerólogo colombiano Humberto Ramírez Bedoya). No obstante, otros biógrafos afirman que Bienvenido Granda llegó al puesto de cantante de la Sonora Matancera en 1940.  De una manera u otra, con su particular manera de frasear y con su sólido carisma de inmediato cautivó a los fanáticos de la legendaria agrupación.  Bienvenido llegó para constituirse en la primera voz de la agrupación y hacer parte del coro junto a Rogelio Martínez y Caíto (Carlos Manuel Díaz Alonso); esto lo convirtió en el cantante más cotizado del momento.
La primera grabación de Bienvenido con La Sonora Matancera, un sencillo para el naciente sello Panart, fueron las guarachas “Dice Mi Gallo” (de Iván Fernández), y “El Cuento Del Sapo” (de Félix Cárdenas) en el reverso; otros afirman que fue “La Ola Marina” (de Virgilio González).  La confusión puede originarse del hecho que estas grabaciones fueron efectuadas en 1945.  Bienvenido con su agradable personalidad y su melodiosa voz nasal se convirtió en la atracción del conjunto donde quiera que se presentara.  Aconteció que en una de las presentaciones de la agrupación en Radio Progreso de La Habana, el locutor Gustavo Pimentel Medina, quien junto a Oscar Del Río presentaban el recordado programa “Ondas De La Alegría” patrocinado por Ron Bacardí y Hatuey, lo llamó cariñosamente con el apelativo de “El Bigote Que Canta” y desde ese momento quedo rebautizado con este sobrenombre, con el que se hizo tan famoso. 
En 1947 la Sonora Matancera graba para el sello Stinson, propiedad de José Granados, varios números con las voces de Bienvenido Granda, Rogelio, Caíto y Miguel De Gonzalo.  El primer disco en 78 R.P.M. fue la guaracha “Se Formó La Rumbantela” de Calixto Leicea, en la voz de Caíto.  Como la Matancera tenía un contrato firmado para el sello Panart y para evitarse líos judiciales, apareció con el nombre de Conjunto Tropic Habana, que se conocería abreviadamente como Tropicavana.  De acuerdo a Héctor Ramírez Bedoya:
“Cuenta el maestro Calixto que fue el monitor de tal aventura discográfica, que una noche de 1947, de las nueve de la noche, a las dos de la madrugada, grabaron un total de veinte números en jornada memorable, sin repetir uno solo. Ello fue posible, gracias a su profesionalismo y al constante ensayo a que se sometían. Estas grabaciones fueron realizadas en un local de la calle Estévez con Monte número 4. Los honorarios de la agrupación fueron pagados en efectivo por los hijos de José Granados, que habían sido los promotores ante su padre, cunado estaban en un baile en La Tropical amenizado por la Sonora y se enamoraron de sus compases.”
En este ambiente de presentaciones y escenarios y en una de las actuaciones que realizaba con La Sonora Matancera conoció a Cruz María Acosta, una bella joven habanera que en 1948 se convertiría en su única esposa de toda la vida.  Sin embargo, antes Bienvenido había tenido un desliz amoroso con otra bella cubana de cuya relación nació Rosendo quien es su primogénito.
En 1948 La Sonora Matancera inicia las grabaciones con Daniel Santos, como cantante invitado y Bienvenido, Rogelio y Caito en los coros.  Este mismo año Rogelio Martínez es nombrado Director de la agrupación.  Posteriormente, en 1950 le corresponde a Bienvenido dar el saludo de bienvenida a Celia Cruz, quien comienza a grabar con La Sonora Matancera.  Bienvenido no entabló rivalidad artística alguna ni con Daniel ni con Celia, por el contrario estableció con ellos una gran amistad.
En marzo de 1954 Bienvenido Granda se retiró de La Sonora Matancera: una versión establece que por diferencias de índole económicas con el director, Rogelio Martínez; otra versión afirma que fue separado de la orquesta por indisciplina, al viajar y actuar en Colombia sin permiso del director del grupo.  De otro lado, en su momento se especuló que Rogelio había utilizado otros cantantes en las presentaciones –Rodolfo Hoyos y Orlando Vallejo, entre otros–, lo que hizo que el Bienvenido se resintiera.  El cantante, por su parte, afirmó que “las mejores entradas eran siempre para Rogelio, y los demás, que se arreglaran como fuera. Yo no aguanté más y me fui con mi música a otra parte”.
Años después, el cantante colombiano Nelson Pinedo contó la que tal vez sea la versión más cercana a los hechos:
“Un día me llama Robertico Esper de Barranquilla y me dice que quiere contactar a Bienvenido.  Yo le doy su teléfono y le sugiero hablar primero con Rogelio.  Al enterarse Bienvenido, dice: ‘Si Rogelio se entera, no me deja ir, dímelo a mí’.  Lo cierto es que le iban a pagar mil quinientos dólares a la semana, una cantidad que Bienvenido no había oído nunca, y desde ese momento, ya no regresó más a la Sonora”.
En Barranquilla, Bienvenido se presenta en clubes y teatros, y se lleva varias canciones colombianas, entre ellas “Te Olvidé” (“Yo te amé con gran delirio, de pasión desenfrenada, te reías del martirio, te reías del martirio de mi pobre corazón...”), que grabaría después en La Habana.
En sus 10 años con la Sonora Matancera, Bienvenido Granda grabó 217 números, muchas de ellos verdaderos himnos en el Caribe, Centroamérica y Suramérica, donde aún se conservan imperecederas, convirtiéndose en el cantante que más grabaciones realizó con La Sonora Matancera.  En un breve repaso a algunos títulos se reitera su exitoso paso por la agrupación: “Angustia”, “Celos Que Matan”, “Con Cuanto Amor” (a dúo con Rogelio), “En La Orilla Del Mar”, “Señora”, “En Tu Busca”, “Por Dos Caminos”, “Soñando Contigo”, “Atrevida”, “Babarana”, “Bonifacio”, “Pecaste De Infiel”, “Callejera”, “Soñar”, “Oro Falso”, “Pan De Piquito”, “Esa Sí Es Cheque”, “La Diosa De La Rumba”, “Corazón Sin Fe”, “El Mambito”, “Dónde Están Los Rumberos”, “El Ajiaco”, “No Toques Ese Disco”, “Ojos Malos”, “El Bobo De La Yuca”, “Sujétate La Lengua”, “Encontré Mi Amor”, “Las Muchachitas Del Cha Cha Chá”, “Manteca”, “Palito E’tendedera”, “Espérame Un Rato Más”, “Sun Sun Babaé”, “Hoy Sé Más”, “Tocando Madera”, “El Pae Y La Mae”, “Florecilla De Amor”, “Micaela”, “No Me Agites”, “En El Tibiri Tábara”, “Nostalgia”, “Otra Copa”, “El Cuento Del Sapo”, “Pugilato”, “Qué Dichoso Es”, “Bigote’e Gato”, “Eso Se Hincha”, “Mango Mangüé”, “P De Parada”, “Tu Precio”, “Yo La Quiero Conocer”, “Morena” entre otras.
Existen también grabaciones de Bienvenido con la Sonora Matancera realizadas en vivo en Radio Progreso y que acuciosos coleccionistas han guardado como reliquias (cerca de 40 temas), con títulos como “Dame Rumba” y “El De La Rumba Soy Yo” a dúo con Celia Cruz, “Dudas De Mí”, “Luces En El Puerto”, “En La Taberna”, “El Baile Del Pingüino”, “El Dulce”, “El Ron Y El Habano”, entre otros.
De Colombia a México
En mayo de 1954, dos meses después de la separación de la Sonora Matancera, Bienvenido Granda grabó un disco con la orquesta del pianista René Hernández, que incluía el bolero “Seré Tu Amigo” y el cha-cha-chá “Óyeme, Mamá”; a estos le siguieron “El Gallo Espuelerico”, “Recordándote” y “Amor Extraño”, entre otros temas.  En ese año y comienzos del siguiente realiza algunas grabaciones con la orquesta Silvio Contreras, de las cuales sobresalen los temas: “Guajiriando” y “Ritmo De Mi Cuba”.
Salió de Cuba para Colombia en el año 1955 y se instaló en Barranquilla donde realizó una serie de excelentes grabaciones para el sello Tropical, con el estupendo acompañamiento de la orquesta la Sonora Tropical del maestro colombiano Juancho Esquivel. La Sonora Tropical –o Los Rítmicos de Juancho Esquivel, como también se le llamaba– con su director en el saxo y el clarinete, Raúl Lastra y Manuel de J. Povea en las trompetas, Moncho Samudio en el piano, Lucho Rodríguez en el saxo, José Ramón Herrera en el bajo, Efraín y Pompilio Rodríguez en la percusión y con los coros de Félix Mercado y Alberto Alzamora, constituyeron una agrupación que infundió desde entonces mucho respeto por la calidad de sus integrantes.  En esta oportunidad imprime en el acetato entre julio y agosto de ese año, 18 temas en los estudios de discos Tropical en Barranquilla; 18 temas para 9 discos de 78 R.P.M. con la Sonora Tropical, temas como “Desastre”, “No, No, No, Qué Va”, “La Maquinita”, “Carolina”, “No Creo En Mujeres”, “Grosera”, “Mi Amarga Decepción”, “El Chupaflor” y “La Puya Guamalera”, entre otros.
En ese mismo año, 1955, cumple presentaciones en Medellín y graba con La Sonora Antillana dirigida por el inolvidable maestro, compositor y director de orquesta colombiano Edmundo Arias “Cabecenido”, entre los mese de agosto y noviembre, los temas: “Besos De Hada”, “Miénteme”, “Dolor De Ausencia”, “Háblame Y Júrame”, “Hay Que Casarse”, entre otros.  La Sonora Antillana estaba conformada por Edmundo Arias en la dirección y el bajo, Juancho Vargas en el piano, Enrique Aguilar en la guitarra, Armando Galán, Alfredo Y César Pompeyo en las trompetas, Jairo Gómez en la conga, Platanito en los bongoes y Tito Cortés y Raúl López en los coros.  También realizó grabaciones con La Sonora Silver, que era la misma orquesta de Lucho Bermúdez (Luis Eduardo Bermúdez Acosta) sin saxofones, dirigida por este brillante maestro, compositor y clarinetista colombiano; entre otras grabaciones sobresalen los temas “Mi Gran Tesoro”, “No Te Debo Querer”, “Consuélame”, “Amarga Soledad” y “Mi Mala Estrella”.
Viaja luego a Venezuela, y graba con La Sonora Caracas entre otros temas el exitoso bolero “Sé Perder”, de Carlos Guerra.  En 1957 y al año siguiente, graba en Cuba algunos temas con el conjunto del pianista y director Eulogio “Yoyo” Casteleiro entre los que merecen atención los boleros “En La Cantina”, “Ríete De Mí”, “Ódiame (Te Lo Ruego)”, “Lo Voy A Gritar”, “Contéstame”, “Si Me Dejas Tú” y las guarachas “Juanita” y “Don Camilo”.
Después viajó a la ciudad de México donde fijó su residencia, adoptando a la nación azteca como su segunda patria.  Aquí actuó y grabó con las más prestigiosas orquestas, nuevos temas y sus éxitos de antaño, como la del mejicano Rafael De Paz, la de su compatriota Dámaso Pérez Prado, quien ya se encontraba radicado en México, la Sonora Mexicana, dirigida por Rómulo Morán, el Cuarteto de Oro, la Sonora Veracruz, de Pepe Vallejo, la Orquesta de Salomón Jiménez, El Mariachi Oro y Plata, el Mariachi México, y el conjunto del compositor y cantante Armando Manzanero.  También fue contratado para muchas presentaciones en centros nocturnos y en la televisión, alternando con los más destacados artistas de ese tiempo Javier Solís, Lola Beltrán, Virginia López, Fernando Fernández, entre otros.
En 1967 obtuvo un contrato para una larga gira por Guatemala, Honduras, Ecuador, Chile, Argentina y Brasil.  En este último país permaneció por espacio de un año y grabó temas como “Secreto”, “Abrázame”, “Dedo De Guante”, “Quien Quiero No Me Quiere”, “Amor De Pobre”, (temas que hizo populares Miltinho Dos Santos).  Ese mismo año recibe el Disco de Oro de los críticos latinos de la farándula, aquí en Hollywood, California.  De acuerdo con el escritor costarricense Mario Zaldivar:
“Hay una faceta de la vida de Bienvenido Granda que no está suficientemente documentada: su impacto en el Brasil y sus andanzas por aquella nación.  Es muy probable que sea el bolerista extranjero que más popularidad alcanzara en ese país.  Esta presunción no se puede ratificar con estadísticas, pues otros boleristas también se dieron a conocer en esas latitudes, tales como Gregorio Barrios, Lucho Gatica y Julio Jaramillo.  No obstante, los criterios recogidos de algunos brasileños de diferentes estados y regiones, apuntan hacia Bienvenido Granda como el más aceptado y difundido.”
¿De nuevo con la Sonora?
Pese a la violenta separación de Bienvenido Granda de la Sonora Matancera y de las acusaciones y reclamos de parte y parte, que Rogelio era un explotador, que Bienvenido un parrandero y borracho irredento, de que nunca se perdonaron y que algunos investigadores del decano de los conjuntos cubanos, dieron por cierto, que jamás actuaron juntos otra vez; hoy se sabe ciertamente que si lo hicieron, como consta en algunos videos grabados en la capital mexicana en 1975.  En estos aparece Bienvenido interpretando el tema “Calla” de Pablo Lango: “No me digas nada. . . sobran las palabras. . . brilla en tus pupilas. . . nuevo amanecer. . .”.  También están Lino Frías y sus solos en el piano, tan sólo un año antes de su retiro de la agrupación; Rogelio, Welfo y Caíto en los coros, Elpidio en el contrabajo, Papaíto ejecutando los timbalitos, Yiyo en la tumbadora, y en las trompetas: Calixto, Saúl Torres y “Chiripa” Aracena.  Aunque Bienvenido luce algo deteriorado, su voz nasal, a la vez melodiosa y desgarradora se escucha intacta.  Estos programas realizados en Televisa, México, con La Sonora Matancera fueron conducidos por Paco Malgesto, a mediados de los años setenta.
En julio de 1977, regresó para presentarse por última vez en Colombia, después de veintidós años de no visitar el país que fue la causa que lo separó de la Sonora Matancera de acuerdo al relato histórico del colombiano Nelson Pinedo.  En esta última ocasión visitó las ciudades de Barranquilla, Medellín (actuó en el Grill Las Estrellas), y en Cali (se presentó en un grill del entonces nuevo Centro Comercial Unicentro), donde el boom salsero estaba en su explendor y donde ya su figura y su voz, disminuidas por el tiempo, fueron apreciadas solo por un escaso grupo de amantes de música de la Vieja Guardia.
El Bigote Que Canta falleció en la madrugada del día 9 de julio de 1983 en la Central Quirúrgica de Ciudad de México D.F. a la edad de 68 años, a causa de complicaciones gastrointestinales a la que se sumó una afección pulmonar que ya padecía.  Se apagó la voz de uno de los más grandes exponentes de bolero y la guaracha, en Cuba y en todo el pentagrama musical Latinoamericano.  Sus restos fueron llevados al Cementerio Jardín de la ciudad de Méjico, donde se le tributó una sentida despedida a la cual asistieron distinguidos artistas de la farándula y sus familiares.  Le sobreviven su viuda Cruz María Acosta y su hijo mexicano Bienvenido Granda Acosta (nacido en La Habana en 1950) y su otro hijo mayor cubano llamado como él, Rosendo, que vive en La Habana.  Dejó una herencia musical de alrededor de 400 temas grabados.
FUENTES CONSULTADAS
·        DÍAZ Ayala, Cristóbal.  Enciclopedia Discográfica de la Música Cubana 1925 – 1960.  Disponible en: http://gislab.fiu.edu/smc/bibliografia.html

·        GUTIÉRREZ Barreto, Francisco. El bigote que canta. Publicado en El Nuevo Diario.  Martes 9 de marzo de 1999. Managua, Nicaragua.  Disponible en http://www.elnuevodiario.com.ni/archivo/1999/marzo/09-marzo-1999/opinion/opinion2.html.
·        PELAEZ, Ofelia. Texto del CD Bienvenido Granda. Guapachoso. Discos Fuentes CD. D16208. P. Colombia, 1997.
·        RAMIREZ Bedoya, Héctor. Historia de la Sonora Matancera y sus Estrellas. Impresos Begón. 2ª Edición. Volumen 1. Medellín, Colombia. 1998.
·        VALVERDE, Humberto.  Memoria De La Sonora matancera.  Caimán Records, Inc.  Primera edición: Junio, 1977. Cali, Colombia.
·        VINASCO Rojas, Humberto. Bienvenido Granda. El bigote que canta.  Disponible en el sitio web Evocables.com.  El Rincón de los Coleccionistas. . .: http://www.evocables.com/biografias/Granda.htm.
·        ZALDIVAR Rivera, Mario.  El Mito De La Sonora Matancera. Litografía IPECA, 1999. San José, Costa Rica.
Edición julio de 2005

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miércoles, 17 de octubre de 2012

RECORDANDO A LA SONORA MATANCERA



La Sonora Matancera ha sido el más famoso conjunto de música cubana, nacido en la década del veinte precisamente en la ciudad de Matanzas, entre las calles Jovellanos y Ayuntamiento, donde quedaba la calle Salamanca (edificio N°41), frente a los baños La Americana, en el Barrio Ojo de Agua.
Sus Inicios
El 12 de enero de 1924, bajo la iniciativa de Valentín Cané se formó el conjunto Tuna Liberal, que en ese entonces era un conjunto de cuerdas ya que era el momento del auge del "Son", y para esto se requerían de cuatro guitarras acústicas. Su organización fundacional en ese entonces era de la siguiente manera:

Valentín Cané: tres
Pablo Vázquez Gobín "Bubú": contrabajo
Eugenio Pérez: cantante
Manuel Sánchez "Jimagua": timbales
Ismael Goberna: trompeta
Domingo Medina: 1° guitarra
José Manuel Valera: 2° guitarra
Julio Gobín: 3° guitarra
Juan Bautista Llópis: 4° guitarra.

En el año de 1926, cambió su nombre al de Septeto Soprano. Ese mismo año acompaña en el coro a Eugenio Pérez, Carlos Manuel Díaz Alonso "Caíto" Más adelante en 1927, ingresa al grupo por recomendación de Caíto: Rogelio Martínez Díaz, se le cambia el nombre al conjunto pasando a ser Estudiantina Sonora Matancera. Con mucho deseo de superación en todo el grupo viaja a La Habana donde se ponen en contacto con la compañía discográfica "RCA Víctor" y hacen su primera grabación el 12 de enero de 1928 en formato de 78 r.p.m:


Iniciando la década del treinta, la agrupación empezó adaptarse a los nuevos ritmos que aparecían por la época como también adaptando nuevos instrumentos, es el caso del piano de cola, que fue tocado por primera vez en el conjunto por Dámaso Pérez Prado quien años después sería el Rey del Mambo. Pero es en 1935 cuando la agrupación toma como nombre La Sonora Matancera, y presenta con este cambio un nuevo trompetista: Calixto Leicea, quien reemplazó por cuestiones de salud a Ismael Goberna quien meses después fallecía. También ingresó el inolvidable José Rosario Chávez "Manteca", quien reemplazó al renunciante "Jimagua". Humberto Cané hace su ingreso a la agrupación tocando el tres y su padre Valentín Cané empezó tocando la tumbadora. En 1938 se retira Dámaso Pérez Prado y deja la vacante en el piano a Severino Ramos quien poco tiempo después se convertiría en el arreglista musical del conjunto. Sus últimas grabaciones realizadas el 21 de julio de 1944, para esa primera etapa de la RCA Víctor fueron:




Durante los primeros años de la década del cuarenta realizan presentaciones en academias de baile, cabarets y en Radio Progreso Cubano. También incluyen en su repertorio: guarachas, montunos, etc. El 6 de enero de 1944 se integran a la agrupación dos músicos provenientes del conjunto de Arsenio Rodríguez. Nos referimos a Lino Frías, que tocaba el piano y Pedro Knight, que se convirtió en el segundo trompetista de la Sonora Matancera. En el mes de diciembre entra recomendado como vocalista Bienvenido Granda, siendo su primera grabación "La Ola Marina" de Virgilio González, y con él firman un contrato con la naciente casa discográfica "Panart". Hacen grabaciones en este sello, aparte de Bienvenido Granda, Valentín Cané, Israel del Pino, Caíto y Humberto Cané. A mediados de 1946 el fundador Valentín Cané sufre problemas asmáticos que lo obligan a dejar la agrupación, falleciendo dos años después. Antes de ingresar la agrupación a Panart Records grabó otros temas para el sello "Varsity", sin figurar en las etiquetas el nombre de la Sonora Matancera. Aquí destaca la primera versión de "Se Formó la Rumbantela" de Pablo Cairo, "Tumba Colorá" y "El Cinto De Mi Sombrero". Participan en estos números Bienvenido Granda y Humberto Cané.

La agrupación ya consolidada estuvo integrada por el siguiente personal:

Trompetas: Calixto Leicea y Pedro Knight
Contrabajo: Pablo Vázquez Gobín "Bubú, reemplazado por su hijo Elpidio Vázquez para finales de los años 50
Piano: Ezequiel Frías Gómez "Lino"
Timbales/Pailas, Bongó y Campana: José Rosario Chávez "Manteca"
Tumbadora: Ángel Alfonso Furias "Yiyo"
Guitarra y Coro : Rogelio Martínez Díaz
Maracas y Coro: Carlos Manuel Díaz Alonso "Caíto"
Claves y Coro: Bienvenido Granda.

La Época de Oro de la Sonora MatanceraSe denominan a los años comprendidos entre 1947 y 1959 como la época de oro de la banda matancera. En 1947 firman para el sello discográfico "Stinson" con el nombre de Conjunto Tropicavana debido a que ya tenían un contrato firmado para la Panart y dicha casa discográfica poseía la exclusividad de Sonora Matancera, y para evitar líos judiciales, lo cambiaron por "Tropic Habana", abreviado por Tropicavana. En esos tensos pero a la vez sustanciosos momentos ingresan los cantantes: Miguel d'Gonzalo, Alfredito Valdés y Bienvenido León. En 1948, quedando la vacante que dejó dos años antes Valentín Cané en la tumbadora, un nuevo integrante lo reemplazaría, Ángel Alfonso Furias "Yiyo". En octubre se integra a la Sonora Matancera uno de sus vocalistas más recordados, Daniel Santos, afamado cantante boricua, y grabó su primer tema, el bolero "Se Vende una Casita" de su compatriota, el famosísimo compositor Pedro Flores . Se suma en 1949 la primera vocalista femenina del grupo Myrta Silva, renombrada intérprete puertorriqueña, quien ejecutó la guaracha "Loca" de Maximino Rivera como también un nuevo sello discográfico "Cafamo", durando pocos meses en dicha empresa pues ya que también se firma para Ansonia Records, donde Bienvenido Granda graba 22 canciones, siendo la primera: "Se Rompió el Muñeco" del compositor José González Giralt. Terminadas de grabar se cierra contrato con la casa discográfica. En 1950, aparece nuevamente "RCA Víctor", donde grabó Daniel Santos, y al terminar no volvieron a dejar registro musical en la misma. Paradójicamente luego de seis años terminan su contrato de exclusividad con Panart.

A continuación algunos de los tantos éxitos de la agrupación en ésta temporada:


Pero vendría una nueva empresa discográfica en la cual permanecieron unos largos y fructíferos quince años, de la propiedad de don Sidney Seegel: SEECO Records. Su primer tema para esta nueva compañía sería la guaracha " Tocando Madera" de la inspiración de Tony Fergo y cantado por Bienvenido Granda el 25 de noviembre de 1949. La Matancera hizo múltiples presentaciones en vivo, varias de ellas grabadas en archivos sonoros que hicieran en "Radio Progreso" y "Radio C.M.Q". Su programa radial era "Cascabeles Candado" desde mediados de la década del cuarenta hasta finales de los cincuenta. Existe una gran cantidad de cantantes que han hecho historia dentro y fuera de la Sonora Matancera, como por ejemplo Celia Cruz, que comenzó a cantar con el conjunto siendo muy joven, reemplazando a la saliente Myrta Silva, siendo su primer tema grabado el 15 de diciembre de 1950 "Cao, Cao Maní Picao" de José Carbó Menéndez. También afamó temas como "Burundanga" de Óscar Muñoz Bouffartique, "El Hierbero Moderno" de Néstor Milí, "Rock and Roll" de Frank Domínguez, o el incomparable bolero-mambo "Tu voz" de Ramón Cabrera. Celia Cruz permanecería con la Sonora Matancera hasta 1965.

Para 1951, año muy significativo para la agrupación matancera, con el ingreso de Miguelito Valdés,quien el 8 de junio grabó su primer tema, la rumba "Se Formó el Rumbón", de la autoría de Calixto Leicea. Además, ingresa ese año el argentino Leo Marini, quien hace su primera grabación, el bolero-mambo "Luna Yumurina", de la inspiración de Luis Reyes y Severino Ramos. También ingresa el 25 de marzo Raúl del Castillo, grabando el bolero-mambo "Luna de Miel" de Julio Blanco Leonard el 5 de marzo;Gloria Díaz también con el bolero-mambo "Ay, mi Vida" del destacado Gabriel Luna de la Fuente. El 15 de octubre, Manuel Licea "Puntillita", se une al grupo, grabando su afamada guaracha "El Gallo, la gallina y el caballo" del famoso José Carbó Menéndez. El 1952 también es un año importante para la Sonora Matancera pues ingresa como cantante invitada el 26 de agosto Martha Jean Claude,quien grabó junto con Celia Cruz su único tema, el merengue haitiano "Choucouné". Lo mismo el 5 de marzo, sólo por ese día, graba Pepe Reyes su bolero "Cuando Mueren las Palabras" de los compositores Giraldo Piloto y Alberto Vera. El 1 de abril grabó su primer tema el fabuloso cantante/compositor puertorriqueño Bobby Capó con la Sonora Matancera, el montuno de Severino Ramos-Walfrido Guevara: "Dengue". En 1953 Daniel Santos, quien ya poseía amplio renombre antes de llegar a Cuba, sus éxitos como "El Corneta", "y con el cual la Sonora se hizo famosa internacionalmente, principalmente por las grabaciones que se hicieron para esas épocas, dejó la agrupación. Ese mismo año entra el cantante colombiano Nelson Pinedo y hace su primera grabación con la Sonora el 19 de octubre de 1953: ¿Quién Será?, bolero-mambo de Pablo Beltrán Ruiz. El 3 de noviembre graba la guaracha de Reineiro Martínez: "Yo no soy Guapo", el magnífico Vicentico Valdés. Al año siguiente el 9 de febrero de 1954, Bienvenido Granda dejaría la Sonora Matancera después de casi quince años de permanencia, su última grabación con la agrupación fue la guaracha "Sujétate la lengua" del compositor Eloy Oliva. Su salida de la agrupación no fue tan agradable debido a problemas personales con Rogelio Martínez. También ingresan el 18 de mayo grabando el bolero "Convencida" de Lino Frías el cantante Rodolfo Hoyos. En junio ingresa quien formaría parte del coro el famoso Laíto Sureda, quien graba su primera guaracha "Cancaneíto Can" de la autoría de Gastón Palmer. El 16 de agosto ingresa el dominicano Alberto Beltrán, ejecutando el bolero de su compatriota Luis Kalaff "Aunque me cueste la vida" y el 16 de noviembre grabó el número que mayor regalías le dio El Negrito del Batey de Medardo Guzmán. Lo mismo hacen ingresando el 9 de septiembre, el matrimonio Olga Chorens y Tony Álvarez debutando con el porro "Linda caleñita" de la inspiración de Lucho Bermúdez. El 4 de abril de 1955, ingresa a la Sonora la cantante puertorriqueña Carmen Delia Dipiní, grabando el bolero de Humberto Jauma "Si no vuelves". Hace gira para Colombia la Sonora Matancera y descubren al sensacional Carlos Argentino, y graba el 17 de agosto su primer tema, el bolero-tango de Aníbal Troilo "Una Canción".

Algunas de las canciones consagradas en ese lustro de la agrupación:


Otro grande fue Celio González, quien ingresó a la afamada agrupación el 23 de mayo de 1956, ejecutando su primera canción, el bolero-rítmico de Nelson Navarro "Quémame los ojos". Además, formó parte del coro junto a Rogelio, Caíto y Laíto, tocando también el güiro. Él perteneció a la Sonora hasta 1965. Dicho sea de paso, se retira del conjunto Laíto. En 1957 hace una gira por Perú, Chile y Argentina, llevando como cantantes a Celio González y Carlos Argentino, regresando después de unas exitosas y jugosas presentaciones. Ese mismo año se retiran dos integrantes fundamentales, su arreglista musical, Severino Ramos, y el percusionista "Manteca", por cuestiones de salud. En reemplazo ingresa el percusionista Simón Domingo Esquijarroza, "Minino". Y el puesto de arreglista lo ocupó Javier Vázquez, hijo de Pablo "Bubú" Vázquez. El 22 de febrero graba la chomba-calypso "Linstead Market" el cantante Johnny López. Y el 6 de agosto graba el uruguayo Chito Galindo el bolero "Consuélame" de la autoría de Julio Blanco Leonard. En 1958 graban con la Sonora Matancera y se retiran Nelson Pinedo, Vicentico Valdés y Leo Marini. El 23 de enero, el venezolano Víctor Piñero graba la guaracha de Porfirio Jiménez "No quiero nada con su mujer". Lo mismo hace Reynaldo Hierrezuelo, conocido como Rey Caney el 26 de octubre graba su primer tema, el bolero de su autoría "Quiero Emborracharme". Ese año fue también el año del triunfo de la Revolución Cubana, ingresando como gobernante Fidel Castro Ruz. Muchos de los artistas famosos o fueron exiliados o cesaron sus actividades para dedicarse a otros rubros. En ese mismo año se retiran Carlos Argentino y Celio González, quedando sólo como cantante de planta de la agrupación Celia Cruz. En la década del cincuenta, en los programas en vivo que tenían en Radio Progreso y C.M.Q., actuaron en vivo diversos cantantes que no llegaron a realizar grabaciones en un estudio con la Sonora. Es el caso de Orlando Vallejo, Sarita Arceo, Caridad Cuervo, Tito Cortés, Polito Galíndez, Pedro Vargas, Beny Moré, entre otros. El último disco de la Sonora Matancera grabado en Cuba fue realizado el 10 de mayo de 1960 y lo ejecutó Celia Cruz.



De Cuba para el Mundo Entero
El 15 de junio de 1960. sale un jugoso contrato para la Sonora Matancera y viajan a la ciudad de México, sin pensar que jamás volverían a su adorada Cuba. En la isla se quedó el percusionista "Minino", renunciando al puesto, y la vacante estaba disponible. En ese viaje también estaba Celia Cruz. Después de ese trago amargo, olvidado por un sinnúmero de presentaciones en diversos locales capitalinos, ingresan a la agrupación Willy Rodríguez, "El Baby", grabando su primer tema el 13 de agosto, el bolero de Javier Vázquez "Estoy Loco",. Lo mismo hace Alberto Pérez con su primera grabación, el bolero de Humberto Jauma "Yo no sé qué me pasa" el 13 de julio. En 1961, se reincorpora Celio González y se une al grupo Emilio Domínguez "El Jarocho" grabando su primer tema el 10 de octubre el porro-merengue de Lucho Bermúdez "Noche Buena"., ingresa a la agrupación como percusionista Mario Muñoz "Papaíto". Venideros y exitosos discos que grabaron fuera de Cuba. En 1962,Víctor Piñero graba "Puente sobre el Lago" para conmemorar la inauguración del Puente General Rafael Urdaneta.En 1965, año difícil para la Sonora Matancera ya que se retiran definitivamente Celio González y Celia Cruz. En 1966 se retira Willy Rodríguez y el trompetista Pedro Knight en 1967. También en 1966 culminan su contrato para la Seeco Records. Ingresan para ese año de 1966 con un nuevo estilo para su propio sello M.R.V.A e ingresan los cantantes Elliot Romero, Justo Betancourt, Máximo Barrientos, Tony Díaz. En 1967 entra como segunda trompeta Ramón Emilio Aracena "Chiripa". También ingresa la cantante Linda Leida, Gladys Julio y Kary Infante ingresa en 1968. Para inicios de 1970 se retiran todos los cantantes ingresados desde 1966, quedando solamente Camilo Rodríguez, también se reincorporan por breve tiempo Leo Marini y Miguelito Valdés y Carlos Argentino. En 1971 Ingresa Eladio Peguero "Yayo el Indio", como cantante de la agrupación, también se suman en la década de los setenta Roberto Torres, Welfo Gutiérrez, hace algunas grabaciones con la Sonora Matancera Toña la Negra, En 1976 abandona el conjunto Lino Frías y es reemplazado por Javier Vázquez, hijo de "Bubú". Varios trompetistas durante esta década desfilaron por la Sonora Matancera, es el caso de Horacio Dorval que ingresa en 1971 quien reemplaza a Chiripa hasta 1976, ocupa la vacante dejada por Dorval por Ray Feliciano y se suma una tercera trompeta: que fue ejecutada por Saúl Torres, ambos sólo permanecen un año. En 1977 ingresa Alfredo Armenteros "Chocolate" y permanece hasta 1980. En 1978 Calixto Leicea deja de grabar pero continúa acompañando la agrupación.

Llega la década de los ochenta, donde la Sonora Matancera pierde la originalidad que por tantos años la caracterizó, dando paso a la modernidad del sonido, electrizando el bajo y el piano. Pero a esos tragos amargos se le sumaron dos reencuentros emotivos y el retiro en 1980 de Ángel Alfonso Furias "Yiyo", reemplazándolo en la tumbadora Alberto Valdés. Justo Betancourt retorna en 1981 grabando un disco de larga duración, y en 1982, se reencuentran emotivamente Celia Cruz con la Sonora Matancera grabando también una larga duración. Ingresa solo por ese año como cantante Cali Alemán. Hubo también artistas de renombre invitados, es el caso de Johnny Pacheco, y graba un disco con la Sonora Ismael Miranda en 1984.

Para la ocasión de los 65 años de fundación de la Sonora Matancera se celebró en el Central Park de Nueva York el 1 de julio de 1989, con la delicada intregación de Gilda Mirós de todos los componentes con vida de la Sonora Matancera como también de sus cantantes. También grabaron las presentaciones que tuvieron en el Carnegie Hall. Sería la última vez que todos se juntaban en tan emotivos e inolvidables conciertos. Se presentaron: Vicentico Valdés, Alberto Beltrán, Nelson Pinedo, Celia Cruz, Daniel Santos, Celio González, Leo Marini, Alberto Pérez, Bobby Capó, Carlos Argentino, entre otros.

Llegó 1990, el luto ensombrece nuevamente la agrupación con el fallecimiento de Caíto, y entra en su remplazo Fernando Lavoy. En 1993 retorna Willy Rodríguez, y graban su última producción "De Nuevo México", donde participa como invitado el famoso Adalberto Santiago. Yayo el Indio se retira al año siguiente. A partir de ese momento se empezaron los preparativos para la celebración de los 75 aniversario de la agrupación, lamentablemente el 13 de mayo del 2001 falleció su director, Rogelio Martínez, con esta irreparable pérdida La Sonora Matancera llegó a su fin.

Filmografía de la Sonora Matancera 1948-1961 (Cuba y México)

"El Ángel Caído" (1948) - Daniel Santos y Rosita Quintana.
"Escuela de Modelos" (1949) - Alberto Garrido.
"Música, Mujeres y Piratas" (1950) - Leopoldo Fernández "Pototo", Aníbal de Mar "Filomeno".
"Ritmos del Caribe" (1950) - Daniel Santos, Amalia Aguilar, Rita Montaner.
"La Mentira" (1952) - Bienvenido Granda, Marga López, Jorge Mistral.
"Piel Canela" (1953) - Sara Montiel, Pedro Vargas, Fernando Casanova.
"A Romper el Coco" (1954) - Amalia Aguilar.
"Me Gustan Todas" (1954) - Adalberto Martínez "Resortes", Eulalio González "Piporro", Rosita Fornés.
"Una Gallega en La Habana" (1955) - Nelson Pinedo, Celia Cruz, Diplo y Niní Marshall.
"Olé Cuba!!" (1957) - Celia Cruz, Celio González, Leopoldo Fernández "Pototo", Aníbal de Mar "Filomeno".
"Amorcito Corazón" (1961) - Celia Cruz, Alberto Pérez, Willy Rodríguez "El Baby", Rosita Quintana, Mauricio Garcés.

 Discografía de la Sonora Matancera
SEECO Records



Marvela Records

Orfeón

Bárbaro Records

Warner Music Latina

Taurus Records

Discografía de la Sonora Matancera en Otros Estudios de Grabación
PANART Records

STINSON Spanish Records

ANSONIA Records

RCA Víctor

Varsity Records

Discos Fuentes


Otros Discos de la Sonora Matancera

Cantantes de la Sonora Matancera

La Sonora Matancera en Cifras
77 años de existencia.
1.057 grabaciones originales.
46 cantantes de 9 nacionalidades han dejado su voz en el acetato. De ellos 11 mujeres (24%). Por este meridiano sonoro pasaron;
26 cubanos (57%),
11 puertorriqueños (24%).
Se incluyen también;

2 colombianos (4%)
2 argentinos
2 mexicanos
Ubicamos además a;

1 haitiana
1 venezolano
1 uruguayo
1 dominicano

29 cantantes han realizado coros.
22 cantantes han sido acompañados en sus actuaciones sin llegar a grabar.
50 instrumentistas han actuado.
12 sellos disqueros han acogido sus grabaciones.
52 ritmos musicales han estado presentes en sus acetatos.
8 películas dan testimonio de su calidad musical.
29 países han visitado, varios en más de una ocasión.

Bibliografía
Víctor Montero, Tiempos de Matancera, Grupo Editorial Norma, Lima: 2006.
Alejo Carpentier, Historia de la Música en Cuba, Fondo de Cultura Económica, México: 1946.
David Edwards, Mike Callahan, Seeco Album Discography, Ed.Quartet Books, Nueva York: 2002.
Natalio Galán, Cuba y Sus Sones, Ed. Pretextos Música, Valencia: 1997.
Mariano Pérez, Diccionario de la Música y los Músicos, Ed. Istmo, Madrid: 1985.


 

miércoles, 10 de octubre de 2012

RECORDANDO A PANCHITO (2)

Por: Raúl Martínez Rodríguez
Francisco Hilario Riser, nació en la Habana. Cuba, en el Barrio Atares, en 1910, falleciendo el 8 de agosto de 1988, a los 78 años de edad. Desde muy pequeño aprendió a tocar el Tres, la famosa guitarra cubana de tres cuerdas dobles, y la guitarra acústica española, instrumento con los que se acompañaba, pero poco a poco fue abandonando estos instrumentos para dedicarse solamente al canto. La vida nos trae anuncios, presagios de lo que nos va a pasar en el futuro. Si prestamos atención, podemos captar estas señales que nos ayudan a prepararnos para lo que nos espera y esto sucedió en el año 1947 en la ciudad de Nueva York cuando el compositor cubano “Mundito” Medina escribió el bolero titulado “El Cuartito”.
En esa época, una de las estrellas más populares en el ambiente musical de Nueva York era Panchito Riset, como se le conocía artísticamente. Para el cantante, todo era brillante y feliz. El se presentaba todas las noches en el Club Versalles de esa ciudad y sus discos se vendían por todo el mundo. Y Panchito aceptó cantarle a Medina su tema, sin saber que la canción para él sería profética, aunque en aquellos momentos de esplendor y fama, su mensaje no podría descifrar.
Su primera incursión como cantante profesional fue con el Septeto Esmeralda, pasándose más tarde al Septeto Habanero y luego a la orquesta de Ismael Díaz. En 1933, lo invitan a cantar con una de las orquestas más populares de Nueva York en ese entonces y se muda a esa ciudad, donde canta por un tiempo con la Orquesta de Antobal. Es con Antobal que graba una de sus primeras grabaciones y en el sello le ponen Riset (en vez de Riser) y, como para no tener que rehacerlos, así lo dejan y es como nace su calificativo. En Nueva York, durante los años 30, Francisco Riser, ahora Panchito Riset, canta y graba, prácticamente, con todos los grupos musicales existentes en ese entonces: Cuarteto (de Pedro) Flores, Victoria, el Caney, y con las orquestas de Xavier Cugat y Enrique Madriguera. Además, actuaba continuamente en los cabarets de moda: Cubanacán, La Conga y Yurumí así también como en California, donde se presentó en 1936 en el cabaret Trovadero, mientras se lo disputaban los estudios de grabación.
Ciudadano de Estados Unidos, cuando rompe la II Guerra Mundial el deber lo llama, y Panchito se enlista en el ejército donde permanece hasta 1943, cuando lo autorizan honorablemente, Panchito regresa a lo que más le gustaba, cantarle a su público, lo que hace cuando debuta en el cabaret, Versalles, y donde permanece por los próximos 18 años. A su regreso del servicio militar, siguió grabando, preferentemente con grupos que se amoldaban a su estilo, como los conjuntos de René Hernández y el de Luís “Lija” Ortiz, viajando esporádicamente por el Caribe. En sus presentaciones, con su voz e inconfundible estilo, Riset llevó al bolero la ingenuidad, la pureza en la expresión que existía en los años ‘30 y nunca buscó innovar su estilo.
El invitaba al oyente a trasladarse con él a la simple y sosegada magia de la década de los 30. De su estilo, muchos decían que se lo había copiado a Cheíto, uno de los cantantes del Sexteto Habanero, y si es cierto que Panchito, como Cheíto, cantaban en los sextetos como requinto, o sea, con una voz que se destaca sobre el coro (estilo de voz que Caíto perfeccionara para darle una característica única a los coros de La Sonora Matancera), pero realmente, lo de Panchito era algo distinto y mucho más a todo eso, porque Riset poseía en el registro alto un vibrato que a veces parecía un temblor en su voz pero que nunca perdía la afinación, cosa que le daba a sus interpretaciones un expresión no solo de apremio, sino también de sinceridad. La voz de Panchito Riset era la voz del amor angustiado, la que reconocían los que compraban sus discos, porque al fin, ¿quién no ha sentido las angustias del amor?
Lo interesante de su historia es que como otros cubanos (Antonio Machín, Bola de Nieve y Machito, entre otros) que disfrutaron de fama internacional, en su país natal, Panchito Riset no era muy conocido. Había salido de Cuba muy joven. No fue hasta mediados de los ’40 que los radioescuchas de una popular radioemisora habanera, Radio Cadena Suaritos, comenzaron a escuchar una nueva voz que no era la suave de Fernando Albuerne, la viril de Daniel Santos, o la cadenciosa de Bobby Capó, voces a las que ya estaban acostumbrados. Esta nueva voz era algo distinto: muy aguda pero melodiosa que cantaba en un estilo que, francamente, ya estaba pasado de moda. La canción que interpretaba comenzaba extrañamente con una risa, seguía con una pregunta y continuaba después con la evocación nostálgica de la amada perdida y el nido de sus amores. Era una canción que parecía un tango, y de hecho su tema recordaba a la percanta y el bulín de “Mi noche triste”, el primer tango que cantó Gardel. Era una especie de tango tropical, a ritmo de bolero. Uno de esos temas que se creían compuestos en una noche de farra, llenas de recuerdos, de mucho alcohol y de superabundante inspiración. En suma, una canción tanto sublime, como ridícula, y como tal, conquistó el corazón de las multitudes. A poco, “El Cuartito” de “Mundito” Medina, en la voz de Panchito Riset, se escuchaba por todas partes a nivel de saturación. Más tarde, con la misma aceptación, siguieron “Blancas azucenas”, de Pedro Flores, de la cual el musicólogo Cristóbal Díaz Ayala dice que en su versión, uno casi podía olerlas y “Cita a las seis”, donde los oyentes hasta se ponían nerviosos al escuchar como su voz esperaba a la amada. Y así se mantuvo por décadas. Como el baluarte de la música popular de Nueva York, hasta que la salud le empezó a fallar. Pero aún así, nunca perdió su maravillosa voz. Menciona Ayala que en septiembre de 1983, cuando se celebró el Telemaratón de la Sociedad de Niños y Adultos Lisiados de Puerto Rico en New York, la presencia y actuación de Panchito Riset arrancaron, al mismo tiempo, lágrimas y aplausos. Al presentarlo Pedro Zervigón, el público le obligó a interpretar varios números, entre ellos “Blancas azucenas”. Esa noche, fue la estrella que más brilló, aunque allí estaban Celia Cruz, Iris Chacón, Ruth Fernández, Mirta Silva y otras grandes figuras. Desde su silla de ruedas, seguía actuando hasta que la enfermedad pudo más que él. Y se cumplió la profecía….el 8 de agosto de 1988 en un cuartito, olvidado y ciego, con las dos piernas amputadas a consecuencia de la diabetes, fallece Panchito Riset, y al destino le preguntamos… ¿Por qué ríes así? Amigos como el locutor y animador Ángel Luis González Adames y Trini Márquez, del famoso Trío de las Hermanas Márquez, le asistieron hasta su muerte.